65-77: El UEMC RVB cae a Segunda FEB en una noche aciaga

Tras ocho temporadas en la ahora Primera FEB, el UEMC RVB consumó su descenso a Segunda FEB tras una noche aciaga en todos los sentidos. Ante el Hestia Menorca, en un duelo al todo o nada y con la vida en juego, el cuadro blanquivioleta no ofreció una buena versión y fue siempre a remolque del rival, que tuvo más acierto y gestionó mucho mejor el aspecto físico y emocional hasta llevarse la victoria y la permanencia con total justicia. Los vallisoletanos estuvieron negados en el tiro (6/29 triples) y terminaron rotos, literal, física y mentalmente, hasta certificar la derrota que consuma el descenso (65-77). Y lo cierto es que no fue el día en todos los sentidos. Todo lo que pudo salir mal, salió mal, a pesar de que en Pisuerga se dieron cita 6500 personas con un recibimiento a la altura del partido. Pero ya desde que se lanzó la bola al aire, fue Hestia Menorca quien gestionó mejor los aspectos que decantaron el partido, especialmente el acierto y el emocional en los momentos críticos. En un inicio de nervios, lógico por lo que había en juego, las primeras posesiones se saldaron con fallos en ambos lados de la pista. El artillero Jalen Cone puso la primera del partido y abrió la lata de tres, pero Jaan Puidet a continuación también anotó buscando el aro y estrenó al Pucela (2-3). Esa tensión mantuvo a los locales atenazados de inicio durante varias posesiones, tramo que aprovecharon los isleños para hacerse con la primera ventaja del partido tras otro triple de David Gómez y un ‘dos más uno’ del incombustible Arteaga (2-9). Desde entonces prácticamente no la cedieron. En los primeros cinco minutos el saldo de puntos de las ardillas era pobre, muy pobre con 4 puntos, lo que mantenía a los menorquines con una buena renta (4-12). Poco a poco se fue liberando el cuadro de Alejandro Paniagua y de la mala selección de tiro, quizá por el exceso de ímpetu y revoluciones, se pasó al orden y a la velocidad que querían imponer los castellanos. Así, la remontada parcial se fraguó con un buen nivel defensivo que permitió correr y sumar en transición. Imponiendo ese ritmo el UEMC Pucela Basket se puso a dos (10-12) con la segunda unidad en cancha, metiendo además en bonus a los visitantes, que terminaron muy cargados el primer cuarto con 8 personales. Ese trabajo de pico y pala, de robar y sacar rédito de los tiros libres, permitió a los vallisoletanos salvar la primera desventaja peligrosa y finalizar el primer asalto con empate técnico (19-19). Tablas en el primer asalto. Esa igualdad se mantuvo y en ese tramo de alternancias el Pucela gozó de su primera ventaja tras una nueva acción positiva de Mballa bajo el aro (24-23). El ala-pívot, un filón cerca de la pintura, se erigió como una fuente de puntos y faltas que bien aprovecharon los locales. Pero los de Javi Zamora no se amedrentaron por el ambiente ni por la reacción local. Un triple de Cone volvió a poner a los isleños por delante (24-26), aunque al poco cometió su tercera falta personal y acabó en el banco. No fue un hándicap para los de Bintaufa. Inicialmente esa ausencia no se tradujo en el marcador, pero con el paso de los minutos sí acabaron poniendo tierra de por medio. Hestia Menorca mantuvo un nivel de acierto altísimo desde el perímetro y su séptimo triple (de 11 intentos, por el 1/8 local), precedió a primer tiempo de la contienda. Alejandro Paniagua pidió la tregua con 24-32 y seis minutos restantes para el descanso para mover ficha y contrarrestar a los menorquines, jugando un mejor baloncesto, moviendo la bola y encontrando buenas situaciones de tiro. La reacción no llegó y apenas tres minutos después, el preparador local tuvo que pararlo de nuevo con los visitantes recuperando el +10 (26-36). Sin defensa el UEMC RVB no podía correr y sin contraataques, no veía el modo de anotar. Atascados, los castellanos sufrieron mucho en el segundo cuarto ante un fantástico Hestia Menorca, que jugó muy suelto y encontró el premio del acierto. Y con todo y con eso, sin brillo ni acierto, los castellanos encontraron un poco de chispa cuando languidecía la primera parte hasta recortar la desventaja a solo cinco puntos (31-36). La mejor noticia era esa, precisamente, que con una diferencia abismal en el tiro (2/14 por 7/15 en triples), la desventaja era de solo cinco. El UEMC RVB, roto, consuma el descenso Pero no era suficiente consuelo. Había que mejorar mucho para dar la vuelta a la situación y no fue así. A tirones, sin encontrar continuidad y atados con el ritmo que impuso un Hestia Menorca resguardado en zona ante la falta de acierto exterior, los blanquivioleta no pudieron desatascar la ofensiva. De hecho, el segundo triple del Pucela llegó tras 25 minutos de juego, obra de un Mike Torres que anotó dos seguidos para iniciar el enésimo pero no último conato de remontado (41-45). Pero los foráneos siempre encontraban soluciones y la réplica ante la falta de continuidad local. Sergio Llorente, de tres, y McDonnell, con un dos más uno, dieron otro mazazo a un UEMC RVB que se veía abocado a remar de nuevo. E impotente ante la falta de ritmo y de encadenar tres o cuatro acciones positivas. A remolque, sin rendirse e intentándolo de todas las formas posibles, los de Alejandro Paniagua iban entrando en la reserva y jugando contra el crono. A falta de 10 minutos por jugarse, con todo en juego, la desventaja era de 7 (50-57 y un demoledor 4/21 en triples). Samkelo Cele se echó el equipo a las espaldas e intentó liderar la remontada, anotando ocho puntos casi consecutivos para encender a Pisuerga (58-61), que por fin recibía un poquito de los suyos. Era el primer gran parcial del partido, y ahí lo paró Javi Zamora con un tiempo muerto que acabó siendo capital. A gritos de ‘sí
95-84: El UEMC RVB cae en Ourense y se lo jugará todo en la última jornada

El UEMC Real Valladolid Baloncesto se jugará la permanencia en la última jornada ante Hestia Menorca y al todo o nada. Los blanquivioleta no pudieron asaltar el Pazo de un Aircargobooking Ourense superior, que dominó prácticamente durante todo el partido y que se impuso con justicia (95-84). Los de Alejandro Paniagua, de nuevo con 10 jugadores debido a las bajas de Kovacevic y Vucetic, no tuvieron la energía, el acierto y el nivel defensivo necesario para lograr la victoria en una cancha históricamente complicada para los vallisoletanos, y se ve abocado a una final contra los menorquines en la que uno se salvará y otro caerá a Segunda FEB. En caso de haber logrado el triunfo en suelo gallego, la permanencia sería matemática, pero el UEMC RVB no pudo ante un Aircargobooking Ourense que fue mejor y lo demostró desde que se lanzó la bola al aire. Así, la empresa no comenzó nada bien para el UEMC RVB, dormido de inicio y a merced de un rival más enchufado y que abrió la contienda con un contundente 10-0. Tras apenas dos minutos y medio de juego, los locales ya habían abierto brecha y Alejandro Paniagua se vio obligado a pedir tiempo muerto para tratar de despertar a los suyos. Dicho y hecho. El Pucela reanudó el partido con otra chispa, como la mostrada en la última victoria ante Cartagena, y cortó el parcial orensano con dos canastas consecutivas (10-4). El tercer triple de Ben Krikke, desatado en el inicio, mantuvo las distancias, pero los del Pisuerga continuaron mejorando y subiendo marchas. Un triple de Juanga puso a las ardillas a seis (13-7), una desventaja ya mucho menor, aunque los de Moncho López volvieron a pegar otro estirón castigando al contraataque (18-9). Con los gallegos en bonus, la segunda unidad en pista y un Dani Manchón estelar en ese rol revolucionador, el UEMC RVB se puso el mono de trabajo, apretó en defensa y terminó el cuarto por delante por primera vez en el partido (22-23). Los vallisoletanos comprendieron que el triunfo pasaba por la defensa y para muestra un botón: prácticamente los mismos puntos encajados en los primeros tres minutos de partido (12) que en los siete siguientes (10). La teoría estaba clara, pero faltaba plasmarlo sobre el parqué y en el segundo periodo volvieron a salirse de la línea durante unos minutos. Dos canastones de Mike Torres mantuvieron el pulso anotador que proponía Aircargobooking Ourense (28-28), pero a base de ‘dos más unos’ los locales volvieron a distanciarse. El cuadro de Moncho López se fue hasta los ocho puntos (37-29) aprovechando esas concesiones de un UEMC RVB que se despistó, y Alejandro Paniagua tuvo que volver a pararlo. Esta vez los suyos no reanudaron la marcha superando a su rival, pero sí igualando el tono físico y enfriando la inercia local. Aircargobooking Ourense, aprovechando la superioridad física de sus aleros grandes y buscando el aro desde posiciones interiores, mantuvo la ventaja y alcanzó el descanso 11 arriba ante un Pucela Basket combativo y que no se vino abajo tras el parcial encajado (50-39). Sin piernas ni argumentos para dar la vuelta al partido De nuevo a remolque, a las ardillas les tocaba levantarse otra vez e imponer un mejor nivel defensivo. 50 eran muchos puntos y una proyección nada halagüeña para opositar a la victoria, y por ello el UEMC RVB inició la segunda parte más voluntarioso atrás. Los de Alejandro Paniagua abrieron el tercer acto con un parcial de 0-4 y Samkelo Cele de inicio en pista para contrarrestar el físico de los exteriores locales. No tuvo continuidad esa buena puesta en escena tras el paso por vestuarios. Los visitantes encadenaron varias pérdidas, se atascaron en ataque y Aircargobooking Ourense golpeó desde el triple con Lisboa y Krikke para pegar un nuevo estirón y subir el listón de la máxima diferencia hasta el momento (58-43). Y tampoco se fue a la lona el UEMC RVB, aunque con una rotación de diez jugadores cada vez costaba más reponerse. Las ardillas aguantaron el chaparrón y los puntos de Dani Manchón (terminó con 20 tantos en su hoja de servicios) mantuvieron la desventaja cerca a los 10 puntos (67-55) para llegar con opciones al último asalto. Y a pesar de que el tira y afloja entre orensanos y vallisoletanos se mantuvo durante buena parte del tercer, un buen último minuto de los locales aumentó de nuevo esa desventaja y complicó la causa a falta de solo diez minutos por disputarse (72-57). Justos de piernas y en una tarde-noche sin mucho brillo ni acierto, el UEMC RVB necesitaba encontrar una importante fuente de puntos para tratar de dar la vuelta al partido. Y justo en ese momento emergió la figura de Eric Demers, desatado en el último triunfo ante Cartagena e inédito en Ourense hasta ese momento. Dos triples casi consecutivos del americano recortaron parte de la desventaja (75-65) y los de Alejandro Paniagua iniciaron un nuevo conato de remontada. Los de Moncho López, sin embargo, se encomendaron a un Charles Barton absolutamente diferencial en esta categoría (17 tantos) y certero en esas posesiones clave del partido. Alternando entre los 10 y los 15 puntos de desventaja siempre, en un toma y daca constante, el cronómetro jugaba en contra de un UEMC RVB que lo intentó de todas las formas posibles y hasta el final, pero que no tuvo el acierto ni el nivel defensivo ni la solidez en el rebote para optar a la victoria. Así, los gallegos aprovecharon el colchón previamente logrado, administraron bien las posesiones decisivas y no le permitieron al Pucela luchar por el triunfo en los últimos minutos. El resultado final fue de 95-84 para un Aircargobooking Ourense superior. El UEMC Real Valladolid Baloncesto cerrará la temporada el próximo viernes a las 21.00 horas recibiendo al Hestia Menorca en la final finalísima por la permanencia, tras la cual uno de los dos se quedará en Primera FEB y otro quedará relegado a la Segunda FEB.
86-75: Derroche de deseo por la permanencia

Sin Kovacevic ni Vucetic por lesión. Sin apenas descanso después de jugar el miércoles y tres partidos en apenas ocho días. Sin casi reacción tras un relevo en el banquillo… pero el UEMC RVB ofreció un derroche de deseo por la permanencia y lo dejó todo para imponerse al Odilo FC Cartagena CB, una de las revelaciones de la temporada. Tras una exhibición defensiva y una labor coral, con mención especial al estelar Eric Demers (28 puntos con 8 triples), Alejandro Paniagua se estrenó en el banquillo del Pisuerga con una victoria, la undécima del curso, trascendental para seguir creyendo y dando argumentos para la permanencia. No era sencilla la papeleta por todo lo que al UEMC RVB se refiere, y mucho menos teniendo en cuenta el rival que se presentaba en Pisuerga. Un recién ascendido que está en puestos de playoffs por derecho propio, aún con bajas también, pero la revelación junto con el Caja Rural CB Zamora era el rival que visitaba suelo vallisoletano en buena racha. Pero el Pucela dio una exhibición en muchos aspectos del juego y completó, quizá, uno de los mejores encuentros de la temporada. Con mucho ritmo y acierto presentaron sus credenciales tanto UEMC RVB como Odilo FC Cartagena CB en la penúltima jornada de liga. Los locales, más cómodos corriendo y anotando en transición; y los visitantes, con el interior Ugochukwu capitalizando las primeras posesiones, firmaron un inicio igualado y vertiginoso (6-6). Pero rápidamente los de Alejandro Paniagua se hicieron con el mando para no cederlo y mejoraron progresivamente. Demers, Mballa (firmó 18 tantos y 9 rebotes) y Torres brillaron en los primeros minutos con un UEMC RVB tirando de rotaciones cortas para paliar la falta de efectivos ante las ausencias de Vucetic y Kosavevic por lesión. Así, colgándose al contraataque por segunda vez, un mate del ala-pívot francés puso el primer estirón local (11-7) y los vallisoletanos tomaron la delantera para no perderla hasta el final. Con la segunda unidad en pista, gestionando esfuerzos y moviendo constantemente el quinteto, el conjunto del Pisuerga, pragmático y vertiginoso al contraataque, puso tierra de por medio y terminó el primer acto con un botín de 9 puntos (25-16). La buena defensa del pick and roll generó muchos problemas al cuadro murciano saltando a los 2×1, permitió a las ardillas robar, correr y distanciarse con un baloncesto rápido, dinámico y práctico. Aunque se atascó por momentos el UEMC RVB, los blanquivioleta mantuvieron a raya al Odilo FC Cartagena CB con un inmenso Josh Mballa finalizando cerca del aro, un triple de Eric Demers y manteniendo muy alto el listón defensivo (34-26). Ahí lo paró el visitante Jordi Juste con el primer tiempo muerto de la partida. Los murcianos reajustaron y mejoraron de inmediato, subiendo líneas atrás y aprovechando las pérdidas locales para responder con un parcial de 0-8 (34-32). Turno entonces de Alejandro Paniagua para hacer lo propio apenas dos minutos después, apostando entonces por un quinteto pequeño con Juanga al ‘cuatro’ y devolviendo la dirección del equipo a Mike Torres. Y así reaccionó con presteza el Pucela, parando el parcial de los cartageneros y cimentando de nuevo su renta merced a otros dos triples de Eric Demers, que se fue hasta los ¡8!. El norteamericano dio un paso adelante importante y asumió galones para liderar el estirón previo al descanso y que dejó a los blanquivioleta siete arriba (46-39). Trabajo defensivo y en el rebote superlativo Pudieron ser más los tantos de ventaja, pero las pérdidas evitables del segundo cuarto y un arbitraje tétrico (el enésimo) ajustaron las tornas y dejaban todo abierto para la segunda parte. Pero lo cierto es que el UEMC RVB había firmado una primera francamente buena. Jugando de forma práctica, fácil, encontrando buenas situaciones, sólidos en el rebote y en defensa… solo quedaba refrendarlo durante dos cuartos más. Y vaya si lo hicieron los pupilos de Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz. El UEMC RVB regresó de vestuarios con otra marcha, con una actitud encomiable, luchando cada balón y enchufadísimos. La clave radicaba en ver si una rotación de 10 jugadores iba a tener combustible suficiente para lo que quedaba, más aún teniendo en cuenta que era el tercer partido en ocho días, pero Pisuerga también ayudó y empujó a los suyos. El cuestionable arbitraje hizo de acicate y colaboró en ese ambiente hostil que aprovechó el cuadro local para seguir distanciándose. Amén de una técnica contra el banquillo local que encendió al respetable, sobre la pista Demers y Mballa echaron más gasolina con dos triples y un mate para abrir brecha (59-47). Terminó de encenderse un Pisuerga enfervorecido. El choque iba de parciales y de nuevo fue Jordi Juste quien tuvo que pararlo. Y otra vez, con rápida reacción cartagenera. El UEMC RVB entró en barrena durante varias posesiones, pero la intensidad y agresividad hicieron que Odilo FC Cartagena CB entrara en bonus con 4 minutos por jugarse. Un triple de Agustí Sans cortó el parcial de 0-5 visitante (62-52) y Dani Manchón aprovechó esos minutos de locura que tan bien gestiona el palentino para hacer caja desde la línea de personal y mantener la ventaja por encima de los diez puntos (68-56). A pesar de los problemas en el rebote y las segundas oportunidades que sacaron los murcianos, el equipo de Alejandro Paniagua resistió los envites foráneos y llegó al último asalto 11 arriba (68-57). También con bajas Odilo FC Cartagena CB, en los últimos minutos iba a ser clave gestionar esfuerzos y ver quién tenía más piernas. Lo que sí demostraron las ardillas es que, con actitud y corazón, poco importaba el depósito y paliaron todo eso con un derroche de deseo. La buena gestión desde el banquillo también fue trascendental, con rotaciones cortas todo el partido y dando descansos programados. Esa guerra de desgaste recogió sus frutos en el periodo decisivo. El ímpetu local sacó tres faltas al cuadro murciano en apenas dos minutos y la sombra del bonus amenaza a los de Jordi Juste,
105-69: El UEMC RVB cae superado en Oviedo

El UEMC Real Valladolid Baloncesto cayó superado claramente en su visita al Pumarín de un Alimerka Oviedo Baloncesto (105-69) que mandó de principio a fin y que rompió el partido en el tercer cuarto. Los blanquivioleta no tuvieron la noche y no les salió nada en ataque, defensa ni en la lucha por el rebote, al contrario que los ovetenses, desatados desde el perímetro (15/35 en triples), más intensos y que aprovecharon el último cuarto para darse un festín. Sin Maj Kovacevic por lesión, el conjunto vallisoletano no pudo seguir el ritmo y cedió en una jornada en la que, al menos, el resto de rivales directos por la permanencia tampoco sumaron. Los visitantes, de más a menos, aguantaron el tirón de inicio ante un rival tremendamente certero desde que se lanzó la bola al aire. Samkelo Cele capitalizó las primeras posesiones del UEMC RVB y puso los primeros siete puntos de los blanquivioleta para igualar el buen inicio ovetense (7-7). Con más acierto y encontrando mejores situaciones de tiro, los de Javi Rodríguez llevaron la voz cantante en un inicio de ritmo, intensidad y puntos. Además de los problemas en defensa para contener al Alimerka Oviedo, el Pucela sufrió para cerrar el rebote y los locales se apoyaron en las segundas oportunidades y su acierto para escaparse paulatinamente. El cuarto triple carbayón, obra de un Valinotti que se fue hasta los 9 puntos, obligó a Iñaki Martín a pedir el primer tiempo muerto del choque para frenar la escapada ovetense (20-11). Nada más lejos de la realidad. El tercer zarpazo de tres del base argentino hizo que los del Pumarín prácticamente doblasen al cuadro visitante (25-13) y el quinto de los asturianos puso máxima de 15 puntos (28-13), pero la irrupción y conexión Manchón-Mballa recortó distancias en la recta final del primer cuarto (28-19). Teniendo en cuenta que el conjunto ovetense había anotado 6 triples (de 12 intentos) y doblaba en rebotes a los vallisoletanos (12-6), que la desventaja estuviera por debajo de los 10 era una buena noticia. Pero la tímida reacción pucelana quedó ahí. Los de Javi Rodríguez continuaron con más actividad atrás y acierto para volver a abrir brecha (33-19) ante un atascado UEMC RVB que no encontraba el camino hacia el aro. Pero resistieron los castellanos en el día de su comunidad. Las ardillas aguantaron el chaparrón y encontraron una vía de anotación con el bonus de Alimerka Oviedo Baloncesto, que llegó para condicionar su agresiva defensa y con cinco minutos por jugarse hasta el descanso (35-23). Poco a poco, sin hacer mucho ruido ni grandes parciales volvió al rebufo el UEMC RVB (41-33), aunque nuevamente el acierto del perímetro carbayón y el rebote ofensivo alejaron a los locales. El décimo triple del equipo asturiano (de 23 lanzamientos… por solo uno de las ardillas) cayó para darles otro estirón y esta vez mantuvieron la renta hasta el descanso (48-33). Oviedo rompe en el tercer cuarto Era una desventaja importante, sí, pero no insalvable, más aún teniendo en cuenta las últimas remontadas del UEMC RVB y el acierto inusitado de Alimerka Oviedo Baloncesto. Si remitía el chaparrón podía haber opciones, aunque los de Iñaki Martín debían mejorar y mucho en ataque y a la hora de cerrar el rebote. Demasiadas asignaturas pendientes y puntos recibidos que no encontraron solución tras el paso por vestuarios. Todo lo contrario. El equipo de Javi Rodríguez reanudó la acción varias marchas por encima de un UEMC RVB que no pudo frenar la hemorragia del perímetro ni encontró orden en ataque. Así, un parcial de 10-2 en un visto y no visto puso tierra de por medio entre ambos conjuntos y obligó a Iñaki Martín a parar el duelo apenas tres minutos después del descanso (58-35). Pero ya no hubo reacción, ni el conjunto asturiano dio pie a ello ni los castellanos pudieron reaccionar. Los de Javi Rodríguez olieron la sangre e hicieron caja para afrontar los últimos diez minutos con el partido en su mano (72-48). Sin opciones y reservando fuerzas para la antepenúltima final de la temporada, la que afrontarán los pucelanos en apenas 72 horas, el UEMC RVB capituló y terminó cayendo por 105-69 en su visita al Alimerka Oviedo Baloncesto, que se dio un festín. El consuelo, si cabe, radica en que el resto de los rivales directos por la permanencia no sumaron y la pelea se mantiene igual a falta de solo tres jornadas por disputarse. El UEMC Real Valladolid Baloncesto cerrará la serie de tres partidos en ocho días y regresará al Polideportivo Pisuerga con una nueva final ante el Odilo FC Cartagena el sábado 26 de abril a las 19.00 horas. Ficha técnica: 105 – Amics Castelló: Joaquín Valinotti (21), Raúl Lobaco (16), Francisco Amarante (9), Robert Cosialls (6), Ike Nweke (12) -quinteto inicial-. También jugaron: Loïc Menuge (7), Steven Verplancken (16), Alonso Faure (6), Marc Martí (8) y Lucas Langarita (4). 69 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (7), Eric Demers (2), Samkelo Cele (14), Shemar Wilson (8), Vasilije Vučetić (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan García-Abril (0), Jaan Puidet (3), Dani Manchón (8), Gert Suvi (2), Agustí Sans (0), Sergio de la Fuente (5) y Josh Mballa (14). Parciales: 28-19, 20-14, 24-15 y 33-21 (105-69 final). Árbitros: Zafra Guerra, Palanca Page y Remisa Tramuns. Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de la Primera FEB, disputado en el Polideportivo de Pumarón de Oviedo el miércoles 23 de abril de 2025.
84-83: Triunfo sobre la bocina, merecido premio al Caja Rural RVB

El último partido en casa de la temporada tuvo un más que merecido premio para el Caja Rural Real Valladolid Baloncesto. Porque el filial ha merecido más de los que ha recibido, por juego, sensaciones y trabajo, pero al menos en esta ocasión la visita del De Morro Fino CantBasket04 sí se saldó con un botín para refrendar la labor del equipo de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo . Los blanquivioleta, así, resistieron ante el inicio intenso y certero del cuadro cántabro, enchufado con muchos triples en las primeras posesiones del partido. Ese acierto sumado a los rebotes ofensivos logrados hizo que el primer acto ya finalizara con una buena renta para los visitantes (13-26). Pero poco a poco revirtió la dinámica el cuadro pucelano. Las ardillas mejoraron atrás, crecieron en solidez y alcanzaron el descanso solamente cuatro abajo, ya que ese buen hacer atrás permitió correr, encontrar mejores situaciones de tiro y anotar con soltura. Tras la reanudación, sin embargo, el guion de partido volvió a ser el del cuarto inicial. De Morro Fino CantBasket 04 impuso su talento y sacó ventaja en el juego interior para escaparse. Pero el Caja Rural RVB se agarró, aguantó el chaparrón de acierto y calidad foránea para aguardar su momento. El equipo vallisoletano subió prestaciones en el último cuarto, mejoró notablemente y tuvo la calma y la solidez suficiente para igualar las tornas. Y en un final apretado, la experiencia adquirida durante todo el curso permitió que el conjunto de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo firmara un parcial de 30-19 para cerrar, con varias defensas de mucho nivel, el triunfo por 84-83.
91-86: La Resurrección se adelanta al sábado y el UEMC RVB suma la décima

¡Este UEMC RVB está muy vivo! El cuadro de Iñaki Martín sumó la décima victoria de la temporada y se llevó una nueva final por la permanencia tras imponerse a un buen Caja Rural CB Zamora. Los vallisoletanos se agarraron, creyeron y remontaron un partido trascendental que llegaron a perder por hasta 15 puntos a falta de 14 minutos (57-72), liderados por el trabajo de una segunda unidad absolutamente imperial. Porque para darle más mérito si cabe al triunfo blanquivioleta, los de Iñaki Martín lo lograron sin Maj Kovacevic, fuera por lesión, y con cero puntos de Mike Torres, dos de los estiletes ofensivos del equipo. Pero fue el día de los que trabajan en la sombra, los actores habitualmente secundarios pero brillantes ante los zamoranos, y que reventaron el último derbi del curso con un último cuarto sublime. Incluso diezmados físicamente. Los diezmados Sergio de la Fuente y Jaan Puidet, la dirección de Agustí Sans, la labor bajo los aros de Josh Mballa, gigante en los últimos cinco minutos, y el incombustible Dani Manchón, impecable siempre que hay que revolucionar un partido. Un monumento a todos ellos por su contribución a la Resurrección de Sábado Santo. Los vallisoletanos, así, llegaron a perder por hasta 15 puntos y veían la sombra de una posible derrota que hubiera supuesto un mazazo de cara a la permanencia. Pero el UEMC RVB se levantón, creyó y golpeó cuando ya no había vuelta atrás. En el derbi, sin embargo, los castellanos comenzaron en un palpable estado de nervios, conscientes de todo lo que había en juego. Fruto de esa ansiedad llegaron los numerosos fallos en el tiro que marcaron las primeras posesiones, todo lo contrario que un Caja Rural CB Zamora fluido, paciente, con confianza… y puntería. El parcial de 0-10 de salida refrendaba ese contraste de dinámicas. No habían pasado ni cuatro minutos cuando Iñaki Martín tuvo que pedir el primer tiempo muerto del encuentro. Ahí emergió la figura de Samkelo Cele para abrir la lata, cortar la sangría y responder al excelente juego de los zamoranos. El sudafricano puso ocho puntos consecutivos para mantener el pulso anotador (8-15) y la contienda entró en un concurso de triples con protagonistas no habituales. Wilson y Mballa se sumaron a la fiesta de tres y con sendos zarpazos colocaron al Pucela a tiro (14-17). Un nuevo estirón del cuadro de Saulo Hernández y Roberto González puso una renta momentánea de ocho (18-26), pero un fulgurante sprint final liderado por el ‘7’ local (terminó el cuarto con 10 tantos) lo dejó en tres tras el primer asalto (23-26). De menos a más, los de Iñaki Martín ya habían vuelto hasta en dos ocasiones y solo habían transcurrido diez minutos. Pero es que a estas alturas de la película cada cuarto iba a ser una guerra. En la siguiente entrega, sin embargo, el UEMC RVB dio otro pasito de mejora, cerrando mejor su aro ante las imponentes torres zamoranas con un gigante Mballa. La diferencia en centímetros (2.03 por los 2.13 y 2.24 de sus pares) no impidió al francés marcar las diferencias tanto atrás como adelante (anotó su segundo triple de la noche), y junto con Dani Manchón, también certero desde la esquina, llevaron a los pucelanos a la igualada tras muchos minutos remando (32-32). Variando el plan defensivo, con Sergio de la Fuente en pista y el capitán dominando a base de corazón, de entrega y se sacrificio, el UEMC RVB confirmó esa latente mejoría con su primera ventaja del partido tras 15 minutos. Los de Iñaki Martín tomaron el mando de forma efímera (36-34) liderados por el eterno ‘22’ blanquivioleta, pero el equipo de Saulo Hernández, fiel a su estilo y catalizados por su buena dinámica, ni se inmutó. Tras el tiempo muerto del preparador zamorano los foráneos reanudaron la acción con tres triples para abrir brecha (41-48), pero ahí tampoco se descompuso el Pucela en el tira y afloja. La buena labor blanquivioleta en los últimos minutos del cuarto permitió alcanzar el descanso con solo un punto de diferencia y tras un mate Jordanesco de Shemar (51-52). El triunfo del banquillo Pero si los del Pisuerga querían la victoria tenían que cerrar el rebote (14-22) y defender mejor, mucho mejor. Porque al ecuador del partido daba la sensación, no plasmada en el tanteo afortunadamente, de que Caja Rural CB Zamora anotada con mucha facilidad y al UEMC RVB le costaba un mundo hacer lo propio. Cuestión de dinámicas. Pero tras el descanso, el conjunto castellano cometió los mismos errores que al inicio y se repitió el guion que abrió el partido. Errático e incapaz de encontrar buenas situaciones, el equipo local se vio superado por un Caja Rural CB Zamora excelso a la hora de encontrar buenos tiros y puntería para escaparse de nuevo (54-66). A pesar del tiempo muerto de Iñaki Martín tras apenas tres minutos de juego, el Pucela no salió de su estado de nervios con pérdidas sin oposición, balones que se escapaban o botaban en pie propio. Tampoco pudo subir prestaciones en defensa y los de Saulo Hernández se fueron hasta los 15 de diferencia (57-72). Ese fue el punto de inflexión decisivo, ya que desde entonces los del Pisuerga solo permitieron 14 puntos del adversario. Obligado por las circunstancias, el técnico del UEMC RVB arriesgó y pidió un nuevo tiempo muerto, lo que le dejaba tan solo uno para los 14 minutos restantes. Salió cara. Mejoraron algo las ardillas, lo suficiente como para bajar la brecha hasta los 10 puntos pero todavía lejos de poder dar la vuelta a la contienda (66-76), aunque fue el inicio del vendaval final. La buena noticia es que todavía quedaba un cuarto para obrarlo y había vida después de verse contra las cuerdas y casi noqueados. Y el UEMC RVB aprovechó esa vida extra que tenía. Lejos de la brillantez, pero sí con orgullo y casta, los de Iñaki Martín se bajaron al barro comandados por Puidet y Sergio de la
81-88: El UEMC RVB cae y cede el basketaverage ante Cantabria

Derrota doblemente dolorosa del UEMC Real Valladolid Baloncesto, que vio vista frenada en seco su escapada de los puestos de descenso. En un duelo clave y que podía suponer dar un paso de gigante hacia el objetivo, los blanquivioleta cayeron ante el Grupo Alega Cantabria de Lolo Encinas y en lugar de avanzar, dieron un paso hacia atrás tras un encuentro muy físico, de un enorme nivel de contactos, poco acierto de los locales y marcado por un último cuarto en el que se vieron superados por los cántabros. En un duelo directo y que se iba a decidir en lo pasional, los vallisoletanos no tuvieron las piernas o la claridad suficiente para templarse y acertar en las posesiones críticas del encuentro. Porque Agustí Sans se medía al que fue su equipo durante tres temporadas, porque Lolo Encinas regresaba a Pisuerga, la que fuera su casa hace unos meses, Belemene Atencia… por no hablar de la igualdad clasificatoria entre ambos y con la permanencia en juego. Mucho en juego, mucha emotividad y sensaciones a flor de piel en un cóctel explosivo para el cual el mejor antídoto iba a ser el ceñirse estrictamente a un plan, tener la sangre fría y competir desde el pragmatismo. Lo hizo durante buena parte del choque el Pucela, sí, pero no remató la faena. Spencer Littleson, la principal amenaza de los cántabros, comenzó la contienda capitalizando las acciones rivales y anotando para otorgarles el mando. El norteamericano abrió el duelo con un triple, que tuvo la réplica de Demers desde la esquina y una nueva respuesta del foráneo Reggie Johnson. 3-6 de salida, todo desde el perímetro, hasta que el artillero visitante también empezó a encontrar el aro y distanció al cuadro de Torrelavega (3-10). Con un altísimo nivel físico y de contactos en los primeros minutos de juego, los torrelaveguenses dominaron en los primeros compases, pero poco a poco se fue adaptando el Pucela Basket. Así, el trascendental choque entró en un carrusel de triples para unos y otros, con el UEMC RVB entrando de lleno al baloncesto alegre y con sello Lolo Encinas (13-15). Y ganando en ese terreno. De hecho, los de Iñaki Martín subieron marchas y velocidad para golpear con un parcial de 10-0 que obligó al técnico donostiarra a pedir el primer tiempo muerto del partido (20-15). Sin apenas puntos en el último minuto, el cuarto inaugural se cerró con un ajustado 20-17. Desde el tiempo muerto inició una nueva reacción el cuadro norteño, que fue capaz de bajar el ritmo del partido e imponerse en el juego estático. Pero también de correr cuando tocaba y castigar en transición. En ese contexto apareció el ex pucelano Hansel Atencia, experto a campo abierto, para clavar dos triples y un dos más uno que confirmó el cambio de guion (23-31). Ahora fue el turno de Iñaki Martín de pedir tiempo muerto y buscarle un golpe de efecto desde el banco porque los cántabros amenazaban con la escapada. Juan García-Abril regresó a pista y se emparejó con el base colombiano, frenando su momentum y buscando su superioridad física cerca del aro para meter a los de Torrelavega en bonus. Ahí comenzó a sumar con cuentagotas el Pucela, con la aportación de un sublime Mike Torres, el ‘5’ de las ardillas y Shemar Wilson para recortar parte de la desventaja antes de alcanzar el descanso (35-40). Mal final de partido que decide un encuentro clave Para sorpresa de nadie, el partido iba a ser a cara de perro y bien podía decidir una permanencia, lo que hizo que la tensión fuese in crescendo con el paso de los minutos. No así el acierto de un UEMC RVB errático y atascado. Sin puntería desde el triple ni desde el tiro libre (hasta 7 perdonados al descanso que bien podrían cambiar el sino del partido), a los de Iñaki Martín se les atragantó el inicio de la segunda parte. Grupo Alega Cantabria, más fino y con un sobresaliente nivel defensivo, aprovechó la falta de acierto del Pucela para escaparse de nuevo hasta un peligroso +8 (39-47) que obligó al preparador local a pedir tiempo muerto. Los visitantes percutieron una y otra vez en la pintura blanquivioleta con canastas demasiado fáciles y mantuvieron esa renta, metiendo además en bonus (con 4 minutos restantes) a un Pucela que encendió a tiempo todas las alarmas (43-52). Con las goteras causando estragos, provocando varias caídas y amenazando con la suspensión del encuentro, las ardillas resistieron en ese punto crítico y emergió la figura de Josh Mballa y de Juanga para iniciar la reacción que cerró el tercer periodo (53-58). El trascendental partido, de ese modo, se reducía a 10 minutos que bien podían valer media permanencia… o dar un paso atrás importante. Y tuvo opciones de rematar el Pucela, pero no tuvo las piernas ni la claridad para lograrlo. Javi Vega abrió el último asalto con un triple y respondió Samkelo con un dos más uno que empezó a encender al sudafricano. De hecho, un tres más uno de Demers y otra falta que sacó el ‘25’ de los pucelanos metió a los de Lolo Encinas en bonus con un mundo por disputarse… y el UEMC RVB por primera vez mandando después de muchos, muchos minutos remando (67-63). Y ahí estuvo el partido. Los de Iñaki Martín no aguantaron con el mando del partido, lo cual podía provocar dudas en un Grupo Alega Cantabria que llegó más fresco a ese tramo. Los cántabros creyeron, se agarraron con todo e iniciaron un parcial que acabó sentenciando. Si el UEMC RVB se atascó y no vio la manera de anotar, los norteños sí encontraron soluciones en el pick and roll y en el lanzamiento exterior para llegar con un buen margen a la recta final. Se agarró como pudo el conjunto del Pisuerga, alentando por la grada con 5700 gargantas, pero salvo por los tiros libres, no hubo manera de anotar. El cuadro visitante, con templanza y sangre fría, selló
66-64: El Caja Rural RVB sufre otro cruel final de partido

Otro cruel final de partido apea al Caja Rural Real Valladolid Baloncesto de una posible victoria para la que volvió a hacer muchos méritos. El cuadro de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo comenzó el partido con acierto desde el perímetro, abriendo el campo, encontrando buenas opciones y puntería para coger margen en un primer cuarto de pocos puntos. Al buen inicio le dieron continuidad con un buen nivel también en el segundo periodo, mejorando su versión, y llegando al descanso con una ventaja de ocho puntos tras un estirón de Mondragon Unibertsitatea. Los locales, sin embargo, salieron bien al tercer cuarto y el filial blanquivioleta pudo pararlos en los primeros minutos, pero fueron apretando más y más. De hecho, el conjunto guipuzcoano llegó a poner las tablas y ambos equipos encararon los últimos diez minutos empatados. La igualdad se mantuvo hasta el final. Con alternativas en el marcador pero a remolque en el tramo final, el Caja Rural RVB logró remontar y se metió de nuevo en el partido. De hecho, un triple de los vallisoletanos a falta de diez segundos puso un empate virtual que parecía presagiar una prórroga, pero a las ardillas les aguardaba otro final cruel. Una canasta de los vascos decidió el partido por dos puntos, ya que los castellanos se la jugaron de tres en la última posesión para llevarse la victoria pero no lo lograron.
83-102: El UEMC RVB se impone en Castellón y da otro paso adelante

Segundo triunfo consecutivo del UEMC Real Valladolid Baloncesto, segunda final por la permanencia que se anotan los de Iñaki Martín. Tras un encuentro a cara de perro en la pista del Amics Castelló y con ciertos tintes de déjà vu a la pasada victoria ante el HLA Alicante, los blanquivioleta dan un paso adelante hacia el objetivo después de un choque que dominaron de principio a fin aun con dos partes muy diferentes entre sí (83-102). Una primera más brillante de las ardillas en la que llegaron a ganar hasta por 22 puntos y que finalizó con 14 de renta al descanso (40-54) y una segunda de saber sufrir y competir para resistir la acometida local (54-57) y terminar sentenciando con un final plácido. No sin sufrimiento en un tramo crítico del tercer cuarto, el conjunto de Iñaki Martín volvió a dejar buenas sensaciones y fue mejor que un rival directo en los dos contextos. De inicio, eso sí, fue Amics Castelló el equipo que comenzó más fino, anotando en sus primeras posesiones y haciéndose con el mando del partido. Los malos ataques del UEMC Pucela Basket se tradujeron en un 7-0 de inicio por la mala selección de tiros visitantes, y estos necesitaron cerca de 4 minutos para ver sus primeros puntos. Fue Shemar Wilson quien abrió la lata del bando visitante, que se agarró al remolque aprovechando también la baja puntería de los valencianos. Pero el UEMC RVB fue carburando poco a poco. La entrada de Dani Manchón a pista, la que fuera su casa la pasada campaña, activó a los suyos en defensa y permitió a las ardillas correr al contraataque para voltear el tanteo. El 0-7 de los pucelanos, con velocidad en transición, otorgó la primera ventaja a los de Iñaki Martín, quienes continuaron marchas (9-11). El encuentro enloqueció y tornó en un ida y vuelta en el que reinó Shemar Wilson. Si el interior norteamericano marró los cuatro primeros tiros del Pucela, en este tramo encadenó dos triples y una canasta llegando como tráiler (terminó el primer acto con 12 tantos) para estirar a los suyos y abrir todavía más el parcial (12-19). Ahí lo paró Frederik Castelló con el primer tiempo muerto del choque, lo que permitió a los castellonenses reaccionar y acercar posturas en la recta final del cuarto (21-24). No conforme con el primer estirón, el conjunto blanquivioleta inició el siguiente acto subiendo prestaciones con la segunda unidad en pista y reventando el partido. Los triples de Sergio y Samkelo y una nueva canasta de Mballa abrieron brecha y el UEMC RVB izó el listón de su máxima ventaja hasta los 13 (21-34). En un visto y no visto se escapó el conjunto de Iñaki Martín y obligó a su homólogo a pedir una nueva tregua. Jalen Tate asumió galones y trató de liderar la réplica de los azulejeros, pero las ardillas no solo mantuvieron el tipo y defendieron su colchón, sino que amenazaron con romper el duelo del todo. El exterior estadounidense se fue hasta los 16 puntos y Amics Castelló se puso a 12 (28-40), lo que dio pie ahora a Iñaki Martín a pedir su primer tiempo muerto del partido. Mejoró de inmediato el equipo del Pisuerga y reanudó la marcha yéndose a la yugular de un rival que estuvo sobre la lona durante varios minutos. Como hace apenas seis días ante el HLA Alicante, el UEMC RVB de forma brillante hizo caja y aprovechó sus mejores minutos por lo que pudiera pasar después, llegando a disponer de una nueva máxima de 22 tantos, aunque al descanso la diferencia era de 14 (40-54). Reacción contundente para sumar la segunda al hilo Hasta el momento lo estaba casi bordando el equipo castellano en una nueva final, igual que hicieran ante los alicantinos tras un segundo cuarto descomunal, pero ese precedente dictaba que no había nada hecho. Literalmente, porque ese último choque ejerció casi de déjà vu. Los de Frederik Castelló aprovecharon las concesiones del Pucela por no haber rematado la faena en el segundo cuarto, y regresaron a la pista con un nivel físico y de acierto superior que permitió recortar gran parte de la renta en apenas dos minutos y medio (53-57). Y al igual que hace seis días, tiempo muerto de Iñaki Martín casi encadenado con el descanso para reactivar a los suyos ante un Amics Castelló que volvió a la pelea metiéndolo todo por momentos. Mike Torres se fue al banco con tres personales, incómodo todo el encuentro ante el listón físico que le plantearon los locales, pero Agustí Sans dio un paso adelante para cortar el parcial local (53-59). Con esos márgenes el partido se puso ya a cara de perro y comenzó a tener tintes de final por la permanencia, y ahí el UEMC RVB volvió a imponerse con sapiencia y carácter. Dani Manchón se sumó a la causa del base menorquín y comandó el enésimo estirón pucelano para alcanzar los últimos diez minutos con un margen de seguridad (68-80), más aún después de ver a los valencianos a solo tres de diferencia. A la postre acabó siendo el mazazo definitivo para el conjunto azulejero. Iñaki Martín optó por un quinteto físico para iniciar el asalto definitivo, con Juanga y Samkelo sobre el parqué, manteniendo también en pista a un buen Josh Mballa, redimiéndose con un rendimiento notable en el Ciutat. Y aunque se atascaron ligeramente los blanquivioleta, la actividad defensiva mantuvo a raya al Amics Castelló. Tras unos minutos de bloqueo volvió a lucir Agustí Sans en el que seguramente estaba siendo su mejor partido de la temporada, y demostró su criterio para llevar a buen puerto dos ataques y dar otro golpe a los de Castellón de la Plana. El trabajo atrás de Juanga, acompañado de puntos al otro lado de la cancha y junto con la aportación de Samkelo, ratificaron el excelente partido de la segunda unidad pucelana para distanciarse definitivamente del conjunto local. El UEMC RVB había cortado de raíz
61-64: Al Caja Rural RVB se le escapa la victoria y confirma su descenso

El Caja Rural RVB confirmó su descenso a Primera Nacional de la forma más cruel posible y, de nuevo, tras un buen partido, peleado y con opciones de victoria hasta la última posesión. El cuadro blanquivioleta comenzó con solidez atrás, plasmando una de las claves del partido, cerrando bien el rebote y con buenas acciones al otro lado de la cancha. El acierto en el triple y los buenos porcentajes permitió al Pucela hacerse con 9 de ventaja al término del primer cuarto (23-14) y con la sensación de que esa renta pudo ser mayor. En el segundo acto encadenaron buenos tramos y se mantuvo la puntería de tres, aunque Ulacia ZKE fue aumentando su ritmo y sus jugadores importantes despertaron. Aún así, el conjunto de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo alcanzó el descanso 10 arriba. El equipo de Zarautz, los foráneos, reanudaron la marcha con mucha intensidad, pero el Caja Rural RVB logró frenar esa primera acometida y mantuvo la renta. Esa iniciativa se mantuvo hasta la recta final del último cuarto, a cinco minutos para el final, cuando los foráneos lograron ya ponerse por delante. Ahí cambió el contexto del partido y esos márgenes mínimos prevalecieron hasta el final, llegando incluso con empate a los últimos segundos. Y ahí la crueldad se cebó con los vallisoletanos. Un triple a tablero a falta de pocos segundos le dio una última y desesperada oportunidad al conjunto del Pisuerga, pero no entró la bola y el partido finalizó 61-64. Y el descenso a Primera Nacional se consumó de la forma más cruel posible.