Un adiós sentido, emocionante y de un valor humano incalculable

 

Pepe Catalina se despidió del Club de su ciudad, de su casa, con los mismos valores con los que desembarcó en la entidad y que ha promulgado y ratificado cada uno de los días de esta etapa que ha durado ocho años: con respeto, emoción, sentimiento y un valor humano incalculable e inigualable. Acompañado por el presidente Lorenzo Alonso, personal del equipo, del Club y del entorno, la rueda de prensa del hasta ahora director deportivo de las ardillas finalizó con una ovación cerrada y sonora e infinidad de muestras de cariño que plasman todos esos valores que él lleva por bandera.

Por ello, este viernes por la mañana el presidente Lorenzo Alonso Nistal, acompañando a Pepe Catalina en su rueda de prensa de despedida, abrió la comparecencia agradeciéndole su dedicación plena al Club y también hizo lo propio con el técnico Alejandro Paniagua. “Yo antes de empezar con el tema que hoy nos trae sí quería, como ayer hicimos también pública la salida del club de Alejandro Paniagua, que va a iniciar un nuevo proyecto personal y que le deseamos lo mejor de las suertes y que siga creciendo profesionalmente como persona en ese nuevo proyecto. También lo que quería es, ya que ahora tenemos un poco también vuestra atención, agradecerle el trabajo que has desarrollado durante estos ocho años y principalmente la responsabilidad que dejamos el año pasado en tus manos y agradecerte mucho de que la cogieras, que lo hiciste de la mejor manera posible. Y el trabajo que has realizado todo este tiempo. Muchas gracias, Alejandro. Hoy estamos aquí también en la misma línea de cambios que hemos tenido que desarrollar en el Club y escenificar la rueda de prensa de la salida de Pepe. Decirle a Pepe que, a pesar de lo que hagamos hoy, que esta es tu casa y siempre lo ha sido y siempre lo será, el Club no tiene más que palabras de agradecimiento a los ocho años que le ha desempeñado la tarea de director deportivo del Club. Yo creo que los resultados avalan el trabajo que le ha realizado. Hemos tenido siete años compitiendo muy por encima de las posibilidades económicas que teníamos, hemos jugado muchos años los playoffs, hemos llegado a una Final Four, hemos tenido un año en el que he terminado la temporada siendo primeros clasificados y donde podríamos haber hecho un ascenso. Y yo creo que el trabajo de Pepe ha sido impecable. Los momentos en los que estamos y la situación económica del club hacen que no podamos tener posiblemente el que haya sido y que pueda ser el mejor director deportivo que podemos tener. Agradecerle el trabajo de todos estos años. Gracias, Pepe”.

Posteriormente, Pepe Catalina tomó el testigo y compareció ante los medios de comunicación, atendiendo a todas las preguntas de los asistentes y concluyendo su intervención con una ovación cerrada de todos los presentes.

Despedida. “Gracias a todos los que habéis venido, tanto medios de comunicación como compañeros y otros que habéis tenido el interés de acompañarme hoy en este día. Se termina una etapa de ocho años en la que me gustaría matizar que el descenso no es el motivo principal al que podría haber llevado esta decisión. Digamos que el descenso al final es algo a lo que se aboca. El Club tiene que hacer algún ajuste estructural que es totalmente entendible, pero es algo que también estaba ya rondando por mi cabeza en los últimos tiempos. Y creo que tú estás aquí, Lorenzo, para hablar o ratificar conmigo que durante la temporada ya hablamos que, incluso con la permanencia, podría haber llegado ya el momento de terminar esta etapa. Por lo que se ha vivido en los últimos dos años, un poco por el desgaste acumulado y también porque el Club, aunque hoy estuviera en Primera FEB, también tendría que hacer sus ajustes. Desde que nosotros jugamos la Final Four y se inició esa posibilidad de entrar en el proyecto con el Real Valladolid yo ya tuve la primera tentativa de no continuar, de terminar esta etapa. Habían surgido un par de situaciones profesionales interesantes y fue la idea, la intención que hubo de poder vincular, integrar, crecer con el Real Valladolid la que me hizo quedarme aquí. No se trataba de una cuestión económica, se trataba de un proyecto deportivo que me parecía muy ilusionante con la presencia del Real Valladolid porque nos podía hacer más fuertes y eso al final no ha venido siendo posible. Aprovecho para matizar sobre mi situación contractual al respecto, de la que se ha dicho, se ha comentado, he oído cosas que no están cercanas a la realidad y quiero matizar y dejar claro que yo no he firmado ningún contrato nunca con el Real Valladolid Club de Fútbol. Mi único contrato firmado está firmado en junio del 2017 con el Club Baloncesto Ciudad de Valladolid con la firma de Mike Hansen todavía. Ese es un contrato de carácter indefinido que sí que ha sufrido un par de variaciones en sus cantidades a lo largo de estos años, que una de esas variaciones se produjo precisamente en esa época cuando entraba el Real Valladolid, que no fue negociada con el Real Valladolid sino que fue negociada con la actual Directiva y validada por la actual Directiva que tenía un compromiso conmigo de una actualización salarial un año más tarde. Que se produce esa actualización salarial, que yo tengo una reunión con Matt Fenaert y él, que iba a ser en ese momento la persona encargada de llevar el baloncesto, da por buena, pero que la situación en mi caso viene de esa manera. Y me gustaría aclararlo porque la verdad no tiene más que un camino. Entonces yo el único contrato que he firmado fue el que firmé en ese momento y lo que se produjo en esos momentos fue una actualización salarial que en aquel momento a todo el mundo le pareció bien y que además yo di por buena, aún sabiendo que tenía oportunidades mejores a ese nivel en otros sitios, pero el proyecto del Real Valladolid me atrajo. A partir de ahí las cosas se han ido torciendo, se fueron torciendo y ya desde el mes de diciembre del 2023 empezamos ya a tener complicaciones en esa temporada, lo cual ya inicia un poco ese desgaste complicaciones con algún jugador, lesiones, la salida de Devin Schmidt, los 10 partidos de sanción y que le perdimos la temporada anterior sin poder fichar a ningún jugador porque nadie nos concedió la excepción de esa lesión de larga duración, no pudimos fichar y acabamos perdiendo esos partidos. Y ya se veía que ese proyecto que podía ir de la mano del Real Valladolid no iba a confirmarse y se estaba empezando a desintegrar un poco la situación. Y eso también me generó dudas. De hecho, en el mes de junio cuando ya se tienen que tomar algunas decisiones tengo ya mis dudas de si hay que continuar, hablo con la Junta Directiva y les digo pues esto no es lo que se me habló a mí en el año que estuve reunido con vosotros y que luego estuve reunido con el Valladolid y creo que las cosas han cambiado por completo. Pero me pasó lo que me volvió a pasar, lo que me ha pasado varias veces durante mi estancia aquí en este Club y es que cuando me tocaba hacer la labor de contratar a un nuevo entrenador, en este caso a Lolo Encinas y yo le decía ‘pues no estoy seguro de si voy a seguir’, me pasó con todos, pero Lolo fue el último y Lolo me dijo ‘pues si tú has venido a ficharme y si tú no vas a estar pues yo no voy a quedarme no voy a fichar’, lo que me ha pasado más veces. Con lo cual, bueno, pues volví a poner el interés general por encima del mío a sabiendas que el Club iba a entrar ya en una situación en la que lo más normal es que nuestros presupuestos fueran más ajustados y estuviéramos más cerca de sufrir, de pasar más apuros deportivos que los que habíamos pasado hasta ahora. Lo que sí que no esperaba en ningún momento es que esos apuros acabaran como han acabado esta temporada. Eso lo reconozco. Ha sido una temporada muy dura, donde han pasado muchísimas cosas, donde ha pasado todo lo que tiene que pasar para que se encadene una tormenta perfecta y acabe como acabó, desgraciadamente con el descenso. Es algo que está ahí, que duele, que dolerá durante un tiempo, pero también creo que todo tiene su justificación, todo tiene su explicación, todos tenemos nuestras responsabilidades. Yo también tengo la mía, la asumo. Los directores deportivos somos personas intuitivas, personas que tenemos que intuir rendimientos, adaptaciones que a lo mejor en este caso no se han cumplido tanto, aunque muchas de ellas o la mayoría, también han sido por circunstancias ajenas. Ahora bien, estos ocho años, y aunque estamos hablando de que lo que más queda reciente es lo último, no pueden empañar lo que ha pasado en los últimos siete, en los siete anteriores donde se han vivido grandes cosas. Voy a empezar con mis agradecimientos. Tengo que agradecer a Mike Hansen, que en su momento, en el año 2017, pensara que yo era la persona adecuada para ser el director deportivo de este Club, cuando ascendió a LEB Oro donde Paco García, siendo el entrenador del equipo, ratificó, reafirmó esa idea para que yo también lo fuera donde tengo que agradecer a todos los directivos que han estado al frente del Club en esta etapa, a todos los presidentes, a Lorenzo, que, y te agradezco a ti especialmente que te ha tocado vivir la más ingrata, desde que te incorporaste a aquel playoff de Lleida en el que tocamos el cielo a estos últimos meses que han sido muy duros. Y ahora en el trato de la situación conmigo a todos los miembros de la Junta Directiva que han acompañado esta etapa profesional, a los patrocinadores, medios de comunicación, aficionados, a todos los que habéis hecho posible todo esto a las personas que están en los días de partido, como son los voluntarios los que están también en esos días que hacen que todo sea posible, pero sobre todo, sobre todo, quiero acordarme hoy de mis compañeros de trabajo. Porque si hay algo que he aprendido en estos años, lo tenía muy claro, pero aún todavía lo he aprendido más estando aquí en esta primera línea que supone ser el director deportivo de un Club, es que, más allá de los resultados deportivos, de todo lo que podamos poner en nuestro currículum y ha habido cosas muy bonitas para poner en nuestro currículum, como quedar primeros, como el año de los récords y otras grandes temporadas; son las relaciones humanas. Y este Club, a nivel de relaciones humanas, es de nivel NBA, que es lo máximo en el baloncesto o de Euroliga, para los que nos gusten tanto el nivel de juego que hay. A día de hoy es con lo que me quedo, cualquier estamento y departamento de este Club está rodeado o está con gente que merece mucho la pena, que ha hecho de esta estancia una maravilla. Me podría acordar de todos, no puedo dar todos sus nombres, de todos los entrenadores, miembros de los cuerpos técnicos, asistentes, gente que ya no está como Teo, que sigo teniendo presente, pero en especial, os quiero dar gracias a los de esta temporada, a los que habéis estado desde el primer día hasta el último día porque creo que esta temporada nos ha hecho a todos más humanos de lo que éramos nos hemos ayudado muchísimo. Hemos sido una familia, el concepto de familia de este Club es enorme la gente que estamos en el día a día, que no se ve, es fantástica. Administración con Lourdes, Víctor, Gildo, todos los miembros del staff, Pani, Álvaro, Mario, David, Julio, Carlos, Alberto, David Enciso, siempre ahí al frente de la cantera con todo su grupo de entrenadores, principalmente humanos y personas, tantos compañeros de trabajo que me voy a llevar para siempre y que voy a agradecer. Y especialmente quiero darle un agradecimiento a Quique Peral porque en unos momentos que han sido difíciles ha estado siempre conmigo. Hemos vivido muchas adversidades juntos desde entonces muchas adversidades profesionales y personales y siempre ha estado conmigo y ha sido un compañero excelente un ser humano excepcional y no lo olvidaré nunca. Y tampoco quiero olvidarme de Sergio de la Fuente como capitán del equipo (presente en la comparecencia), como representante de todos los jugadores que no he nombrado a lo largo de todas estas etapas que hemos vivido, entre los que hemos estado en grandes amistades. Pero Sergio para mí ha sido el paradigma de lo que es un buen capitán, una gran persona, alguien que siempre ha estado ahí en las duras y en las maduras, siempre leal, que ha apoyado muchísimo, con el que he podido vivir toda su carrera, al que si algunos supieran cómo ha jugado esta temporada alucinaría y al que también quiero agradecerle un montón todo lo que ha hecho por nosotros, por el Club y por mí especialmente. Y por último para despedirme, siempre gracias a la familia porque este es un trabajo de 365 días, 24 horas al día y 7 días a la semana que en sus buenos tiempos ya condiciona mucho la vida de la familia cuando las cosas van bien, hay que irse de vacaciones casi pidiendo perdón y a escondidas, hay que firmar jugadores a la hora de comer o entrenadores el día de Reyes, levantarse de la mesa el día de Navidad. Y bueno, todo eso se da por bueno cuando las cosas van bien pero cuando las cosas van mal ni te cuento y ellos han sido compañeros fieles todo el tiempo, de las dificultades, de las derrotas, de los sufrimientos, de la crueldad. Y bueno, no sé en cuántos más equipos estaré en mi vida, he estado en unos cuantos, pero lo que tengo claro es que el equipo de mi vida son ellos, así que gracias a todos”.

¿Te vas orgulloso? ¿Te planteas algún reto próximamente o descansar? “Orgulloso me voy de que cuando alguien da todo lo que tiene no puede dar más y tengo claro que he dado todo lo que tengo con mis virtudes y mis defectos, con mis errores y mis aciertos, he hecho todo lo que he podido. Y he sido el mismo en mi trabajo y en mi entrega que trabajó con ese equipo que quedó primero y que no pudo ascender, en ese equipo que batió todos los récords y llegó a la Final Four y en este que desafortunadamente ha terminado con el descenso. Tengo la conciencia tranquila, más que el orgullo tengo el orgullo de haber trabajado con todas las personas que he trabajado, con los que son mis compañeros de trabajo. Al final lo que queda son esas relaciones humanas que son para toda la vida y lo que queda de verdad es esto en la vida, son las personas y las relaciones humanas. Y en cuanto al futuro, pues mira ahora mismo no me he planteado nada. He estado pendiente de acabar con esta situación acabar con mi trabajo como director deportivo, que ha finalizado hace unos días con la liquidación de jugadores y representantes que teníamos pendientes, asegurarme que todo iba bien, ayudar en la medida de lo posible en lo que el Club necesitaba, seguir asimilando lo que ha sucedido en estos últimos tiempos. Ahora mismo no tengo ninguna cosa sobre la mesa, no sé lo que el futuro deparará, me encantaría estar vinculado al mundo del baloncesto y en una función parecida a la que he venido desempeñando hasta ahora similar, pero solo el tiempo y Dios sabrá”.

En un cargo como el tuyo, ¿qué diferencia hay a la hora de desempeñarlo entre tener vinculación con Valladolid o no tenerla? “Bueno, hay una diferencia clara y evidente yo soy lo que soy porque había baloncesto profesional en Valladolid, en Huerta del Rey. que es cuando yo empecé a ir al baloncesto como seguramente algunos de los que estáis aquí. Y es la devolución que tú puedes hacer por el baloncesto de Valladolid y lo sientes como tal, lo sientes mucho, es la oportunidad que tienes de contribuir a intentar que el baloncesto de tu ciudad esté en la mejor situación posible. Este Club se creó en el 2015 con la desaparición del anterior club y lo hizo con dos motivos muy claros: volver a retomar la ilusión por el baloncesto y que el baloncesto tuviera credibilidad y fuera una referencia positiva y honrar a la figura del eterno capitán Lalo García. Entonces, lo que he intentado siempre es hacerlo y así lo hubiera hecho en cualquier otro club, pero aquí lo he sentido mucho más. Y por eso seguramente el descenso que dolería en cualquier otro tipo de trabajo, en otra ciudad, pues aquí duele especialmente”.

Has hablado de una ‘tormenta perfecta’, ¿qué es lo que ha pasado y que no sepa el aficionado y le podamos contar sobre las adversidades que han ido sucediendo? “Pues lo que le podemos transmitir a los aficionados es que no fuimos capaces de tener un equipo que tuviera una identidad propia, una identidad clara en cuanto a un modelo de jugar y sobre todo a una intensidad defensiva que hemos acusado toda la temporada. Lo peor de todo fue que esa identidad iba por buen camino en pretemporada cuando vino Lolo Encinas, estábamos todos muy ilusionados con lo que Lolo proponía, con el concepto de Lolo, con lo que vimos en la pretemporada en el partido de Copa España contra Palencia, que ya era un partido oficial, lo vimos en el primer partido contra HLA Alicante de liga, lo veíamos en los entrenamientos. Estábamos todos entusiasmados, pero a partir de la segunda jornada cuando lesionó Vucetic empezó ya lo que es una historia interminable de imprevistos, de situaciones no deseadas, de lesiones… la de Vucetic la primera, o la de Wilson, después de jugadores que de repente se iban cayendo por el camino. Cuando nosotros firmamos a Nathan Hoover le firmamos a mediados de junio y él tenía que haber estado en casa como a primeros de julio y acabó la liga en Argentina a últimos de julio. Vino exhausto, apenas descansó, en el mes de noviembre se nos paró, no sentía las piernas y estaba totalmente superado. Donde Amanze Egekeze, que era un jugador al que también había muchas esperanzas con él, habíamos hablado con Lotanna Nwogbo y nos habíamos informado bien, pues resulta que venía con una lesión anterior que en nuestros reconocimientos médicos no pudimos detectar, con un edema óseo que se fue reagravando con el tiempo y que le impidió jugar. Con esa esperanza de que Mike Torres pudiera llegar antes de lo que pudo llegar. Te estoy hablando de Mike Torres, te estoy hablando de Nathan Hoover, te estoy hablando de Amanze Egekeze, te estoy hablando de Vasilije Vucetic… te estoy hablando de hasta cuatro jugadores titulares que no pudieron tener continuidad en los entrenamientos para que esa identidad que se quería construir con Lolo pudiera tener esa fortaleza, esa firmeza y esas bases sólidas. No pudimos y luego estuvimos también mediatizados, y Quique y Lorenzo lo saben bien, por la economía del Club. Nosotros teníamos que ceñirnos a un presupuesto, fuimos todo el tiempo hilando muy fino en las salidas y entradas, contratos temporales, jugar con las bajas de la Mutua para no salirnos ni un euro del presupuesto. No pudimos fichar en algunos momentos a los jugadores que necesitábamos en ciertas posiciones y tuvimos que mover a otros para no hacer ese daño presupuestario al club, y eso se ha ido acusando hasta que llega un momento que viene ya lo peor que puede pasar que es cesar un entrenador al principio de temporada. Luego ya viene Iñaki, parece que estamos remontando en un par de partidos, nos viene el calendario duro y volvemos otra vez a entrar en esa barrena de falta de identidad, volvemos a entrar en dinámica perdedora en algunos momentos, perdemos dos partidos clave como son Morón y Cantabria junto con average que creo que fueron muy dañinos, y luego generaron también cosas alrededor importantes. Iñaki no acaba la temporada y terminamos además jugando la temporada sin dos jugadores porque Kovacevic también podía haber sido considerado titular. De hecho, cuando se construyó el equipo era así, nos jugamos la temporada y afrontamos el último partido de la temporada sin Vucetic y sin Kovacevic. Por lo tanto, se han producido tantas cosas alrededor del grupo como te digo, algunas de ellas incontrolables. otras quizá podrían haber sido mejorables que han impedido que tuviéramos esa identidad y que éramos un equipo construido para haber estado más cerca de la zona de playoff que acabamos estando más en la zona de abajo y con un temor que había. Y lo tenemos claro todos conocemos este negocio es que los equipos que están preparados para estar abajo mentalmente y anímicamente están luego en mejor disposición de afrontar las adversidades que aquellos que no estábamos tan preparados ni tan dispuestos para estar abajo, y eso también se ha notado. Las dinámicas negativas pesan mucho y convierten todo aquello que parecía que tenía que ir bien en algo en sentido totalmente opuesto”.

No sé si te queda la espina porque han pasado algunos entrenadores que por su personalidad y por su comportamiento merecían haber triunfado, como es el caso de Roberto González, Lolo Encinas o el propio Alejandro Paniagua y que por circunstancias no se ha podido dar y que verdaderamente lo habían merecido por todo en general… “De este balance de 8 años donde ha habido muchísimas cosas buenas como hemos comentado, esas dos situaciones que has mencionado porque, yo a Pani no le metería todavía en la situación. Pani se encontró con una situación sobrevenida, está empezando su carrera como entrenador, ha sido muy importante en el Club y seguro que nos dará que hablar en el futuro para bien pero creo que tanto el cese de Roberto González como el de Lolo Encinas son dos experiencias traumáticas que a día de hoy todavía siguen doliendo. Gracias a todos”.